viernes, 16 de octubre de 2015

Cómo las casas de apuestas siguen tus movimientos y cómo evitarlo (vía un trabajador del sector)

Introducción propia

Hace unos días, surfeando por internet, me encontré con un link que venía recomendado por un conocido, y que hablaba del modus operandi de las bookies. Cuando lo leí me quedé flipando, y aunque es un pequeño esfuerzo para mí traducirlo al español, he pensado que es bueno que sepáis qué hay en las entrañas de las casas de apuestas, y poder actuar en consecuencia. Link del artículo en idioma inglés (el original):




El siguiente artículo ha sido escrito por un invitado. Trabaja en una de las casas de apuestas más grandes de Australia, pero ama su trabajo, así que desea mantenerse en el anonimato. Al ser uno de muchos analistas de casas de apuestas, suelo conversar a menudo con él, y le llamaré Spinsider. Intercambio emails con algunos empleados de casas de apuestas, quiénes han descubierto mi web y me han contactado. Podréis imaginar que tenemos muchas cosas en común y mucho de qué hablar. Me he encontrado que todos los trabajadores de estas grandes empresas son buena gente. Siempre tengo ese sentimiento de culpabilidad cuando menciono casas de apuestas, ya que sé que hay seres humanos ahí, pero el asunto no es el de los empleados, es la forma que tienen los propietarios de haber creado una cultura en la que cada empresa actúa igual que en la película “el lobo de Wall Street”. La meta que persiguen los empleados es conseguir cuánto más beneficio como les sea posible para la empresa, y hace que buenas personas a veces hagan cosas deleznables en nombre del beneficio.

Este artículo os dará una ligera idea de hasta dónde llegan las bookies para confeccionar un perfil de cada uno de los clientes, y poder seleccionar a los que en un futuro puedan sonsacar un beneficio. Este asunto es mayúsculo para nuestro pequeño mundillo de apuestas deportivas, y es una historia lo suficientemente importante para que lo sepa el público en general. Ahora os pasaré a Spinsider, y cuando acabe el relato, os daré algunas opiniones personales al respecto.

Desde el interior de una empresa de apuestas.

Hace un tiempo, Steve me contactó por privado para que le escribiera un artículo para su blog cada día más creciente y popular www.daily25.com. Me disculpo con Steve por la tardanza ya que he tenido algunos asuntos personales, como un viaje transoceánico, pero aquí está. No suelo hacer este tipo de cosas (escribir artículos) pero puedo ver que Steve es genuino en lo que hace, es un abogado de lo correcto, y sé que de mis breves charlas con él que es una buena persona. Eso significa mucho para mí. Quién sabe, puede que un día cree mi propio blog si disfruto de escribir material al respecto. Supongo que Steve me avisará si este artículo ha sido un éxito.

Como introducción, he trabajado en la industria de las apuestas unos 4 años aproximadamente aquí en Australia, y ahora lo estoy haciendo para una gran empresa. He hecho y actualmente sigo haciendo apuestas deportivas como hobby, así que sé ver la perspectiva desde los 2 lados. A veces leo tuits, blogs y artículos en grandes periódicos y me enfado, porque sólo escriben una parte de la realidad. Entiendo el punto de vista de la bookie, incluso admito que no tendría un trabajo si apostadores aficionados perdedores (como vosotros) no me pagarais el sueldo, y puedo entender la frustración de no poder hacer una apuesta por estar limitado e incluso que te cierren la cuenta. Pero por el otro lado, si las bookies no tuviesen beneficios, el apostador ocasional tendría menos opciones para apostar y, por lo tanto, menos promociones y ofertas. Es un círculo vicioso.

Este breve artículo habla de cuántas cuentas de usuarios son señaladas y posteriormente limitadas. Lo último que un apostador quiere es ir a meter la cantidad y que le digan que su dinero no es bienvenido. ¿Por qué no aceptan mi dinero? En breve: Sí, apostadores que ganan de forma regular son invitados a marcharse. Pero vamos a entender por qué es así antes de desgranar el cómo se hace. El objetivo principal de una empresa de apuestas es conseguir beneficios, porque eso es lo que los propietarios y los accionistas buscan, nada más. Si no consigues constantes beneficios, pierdes el trabajo.

Hay personajes en la empresa que son avariciosos, y con tal de cumplir sus objetivos, son capaces de usar cualquier estrategia para conseguir más margen, la forma más sencilla es cerrar/limitar cuentas de usuarios que pudieran amenazar sus beneficios. Las empresas de apuestas son bestias complejas.  Cientos de empleados, entre operaciones, marketing, informática, contabilidad y demás. Todos son humanos, y todos necesitan ser pagados, así como los accionistas. Os seré sincero, hay una cultura de siempre ser injusto con el cliente, y no tendría que ser así. En otras palabras, desanimar al usuario, quién resulta ser el que nos paga la nómina. Como apostador me mosquea, porque sé que otras bookies me lo están haciendo a mí. La diferencia está en que les entiendo.

Bueno, volviendo al asunto de este artículo, el cómo las cuentas son señaladas. Las empresas de apuestas en las que he trabajado tienen equipos de riesgo complejos que controlan todas las actividades apuestiles del usuario, tendencias de apuestas y otros. Cuando me refiero a “todas” las actividades apuestiles quiero decir “TODAS”. Os explico a continuación algunas de las técnicas empleadas:

-        Direcciones IP son registradas tanto a nivel de cuenta de usuario como de nivel de apuestas. Aunque crees una cuenta a nombre de tu madre, si alguna vez esa cuenta emplease la misma dirección de IP, éstas son señaladas de inmediato. Cosas tales como direcciones MAC y similares también son buscadas, pero según mi conocimiento de la materia, no se están empleando para filtrar y señalar. Además, si “tu madre” y tú apostáis a los mismos deportes a las mismas horas, vuestros perfiles coincidirán.

-        Cuentas únicas – así como que en todo negocio, hay reglas para asegurar que las mismas personas no tengan cuentas múltiples. Hay cosas como la fecha de nacimiento, barrio, domicilio, la identificación de tu móvil android o Apple están controlada, y se emplean para comparar similitudes. Cuando se crean cuentas, las comparan con las ya existentes en la base de datos para ver si encajan en un grupo ya señalado de forma instantánea.

-        Cookies. No, no hablo de las galletas que os da la abuela. Cada vez que apareces en la web de la bookie, indiferente si te has logueado o no, ellos saben que estás ahí. En Australia éstos aparecen automáticamente en tu navegador y no hay mucho que puedas hacer para evitarlo, a no ser que limpies los cookies de tu navegador cada vez. No hay leyes como en el Reino Unido donde tienes que dar la opción de aceptar o no las cookies. En algún momento la web fue visitada, haces click en la página, la duración de tu sesión en la página, todo está almacenado y tu perfil está creado. No puedes esconderte. De ahí estás colocado en lo que llamamos los “cubos de perfil de usuario” donde el marketing y las promociones u ofertas son elegidos para ser aplicadas en tu cuenta de usuario para que sigas enganchado.

-        Redes Sociales – en las dos empresas de apuestas en las que he trabajado existe un complejo sistema de Atención al Cliente que está en constante evolución. Los equipos de atención al cliente y riesgo están constantemente troleando Twitter, Blogs, Facebook, e incluso empleados de otras empresas del sector, servicios de tipsters, e incluso gente con conocimientos del sector: todo se añade al perfil del usuario. Se hacen informes a diario sobre toda actividad de apuestas (apuestas realizadas, beneficio/pérdidas y demás), y estas personas son vigiladas de cerca. La gente que tuitea de manera conjunta son colocados en una “piscina” que son conocidos como “sindicatos”, ya sean oficiales o no. Es por ello que hay algunas cuentas que son limitadas a los pocos minutos de haberla creado. La razón es porque son señalados vía mecanismos comentados arriba incluso antes de que se abran una cuenta. He visto cuentas creadas para personas y limitadas de antemano, por si algún día quisieran darse de alta. Mi favorito es cuando hay personas que cuelgan capturas de pantalla sobre su cuenta o con el recibo de la apuesta realizada vía Twitter, hacen el trabajo de señalar cuentas de una forma extremadamente fácil.

-        Stake (Límites) – cuando creas una cuenta, todos tenemos el mismo nivel de stake. Cuando empiezas a “ganar” de forma diaria, semanal o mensual (todo se controla), tus stakes empiezan a ser cambiados o reducidos. Si eres malo en un deporte en particular, el stake aumentará. Esto se puede conseguir por el tipo de apuesta o deporte, o competición determinada, ya sean carreras de caballos o deportes. Es por ello que habrá veces que podrás apostar grandes stakes en cricket (porque siempre pierdes) pero pocos stakes en carreras de caballos (porque eres ganador). ¿Por qué no te limitan en todo? Las bookies preferirán limitarte en lo que eres bueno y dejarte apostar en lo que eres malo. De momento todo esto se hace manualmente, sin embargo la inteligencia que lo detecta es automática (programa informático).

-        Tendencias – si tú y unos colegas apostáis a lo mismo a la misma hora, se tomará en cuenta. En una de las dos bookies donde trabajé, había un programa informático que comparaba apuestas (exactas) entre usuarios diferentes para buscar tendencias. Esto funciona 24 horas/ 7 días a la semana. Si hay un grupo de usuarios que apuestan a la vez a lo mismo, está claro que provienen del mismo servicio de tipsters. ¿Creéis que las bookies no se subscriben a estos servicios? Si no os lo creéis, es que sois muy pardillos.

-        Pronosticadores – ah, otro de mis favoritos. ¿No habéis creado jamás un concurso de tipsters entre colegas? Pues tenéis la suerte de haber sido señalados como grupo, igual que en el anterior apartado de los stakes, si uno de vuestros colegas es muy bueno en un deporte en particular, esto hará que todos los otros colegas del grupo sean limitados a la cantidad que puedan apostar en ese deporte.

-        Seguir la apuesta – no os creáis que todos los buenos apostadores son limitados o cuentas cerradas. ¿Por qué querrían las bookies hacer eso? La mayoría de los mejores apostadores tienen sus apuestas aceptadas, entonces la bookie lo que hará es hacer la misma apuesta en Betfair (o cubrirla), o elegirán hacer la apuesta en las asiáticas a mejor cuota. He oído cosas como que hay bookies que tienen sistemas para detectar tendencias en ciertos mercados de Betfair pero nunca lo he presenciado, ni tengo conocimiento de este sistema.

Las bookies se han vuelto realmente sofisticadas en los últimos años porque saben que el mercado australiano está creciendo y continuará creciendo al menos en los próximos 5 años. Todas quieren un trozo del gran pastel. No os dejéis engañar por las promociones y supercuotas especiales, todo es de cara a la galería. Cuando Tom Waterhouse (una bookie afiliada a William Hill) os dice que le retéis a ciertas ofertas, es porque sabe que hay una alta posibilidad que lo que os ofrece como supercuota será perdedora. Estas bookies tienen modelos y sistemas que les dan de antemano el resultado de una carrera. El usuario sentado tras su ordenador en casa no tiene ninguna posibilidad ante 50 analistas que trabajan a contrarreloj para hacer su trabajo día sí día también con los complejos modelos que emplean. Nunca ganarás. Las bookies sólo existen si pueden “robarte” el dinero. Por el otro lado, no son una asociación benéfica, son un negocio.

Las actividades vigiladas mencionadas anteriormente sólo es la punta del iceberg. Estoy seguro que en breve habrá un software personalizado que será capaz de detectar cualquier tendencia del usuario y su interactividad, por lo que sabrán en cualquier momento predecir tu próximo movimiento incluso antes de que lo hagas. Mi consejo es que Gran Hermano siempre te está observando. ¿Quieres pasar desapercibido a los ojos de las bookies? No crees múltiples cuentas, limpia tus cookies, mantente fuera de las redes sociales o hazlo de forma anónima, despista a la bookie con alguna apuesta estúpida. Todo se informa. Todo es automático. Todo está controlado. Me podría pasar todo el día con tópicos, pero lo dejaré así.

Comentario del dueño de la web:

Primero un agradecimiento a nuestro infiltrado de la industria apuestil. Aunque no describe todo lo que hacen, es una lista interesante a conocer. Ahora que sabéis algunas de las reglas del juego, podéis tomar medidas para enfrentaros al sistema. Para mi suerte, tengo estudios en informática y he estado en el mundo de las apuestas hace ya más de 15 años (10 en casinos y 5 con deportes). Crear cuentas nuevas y limpias es una ciencia, y tristemente, una necesidad, en el mundo actual de cuentas limitadas. Si quieres hacer apuestas tendrás que esforzarte en no aparecer en el radar. Cosas como las direcciones IP y MAC pueden ser fácilmente camufladas. Las cookies pueden ser desactivadas si abres el navegador en modo incógnito. Las redes sociales son otro tema, ya que si tú o cualquier amigo tuyo decidís seguir a un tipster, entonces haréis que la información que estáis relevando sea inmensa. Las cuentas que más me han durado no tenían redes sociales en absoluto.

He empezado enseñando a mis alumnos en el servicio dailyprofit algunos trucos del sector. En los próximos meses sabrán lo que estoy haciendo y sus cuentas durarán mucho más que lo que duran la media de usuarios. Cualquier sistema que está automatizado en su mayoría puede ser engañado, y aunque sea triste reconocer que hay que jugar a este juego, da un placer tremendo ganarle el dinero a las bookies.

Ahora que sabéis cómo es el juego sucio de las bookies, ha llegado la hora de devolverle la moneda con tus propios juegos sucios. No sirve de nada quejarse de lo perversas que son las bookies. Pero cuando podamos darles donde más les duele (sus beneficios), no tendrán otra salida que cambiar el modo en que hacen negocio.


Espero que este artículo os haya dado abierto los ojos un poco del esfuerzo que hacen las bookies para que los ganadores no tengan ni una posibilidad. Gastan millones cada año en personal y tecnología para asegurarse que sólo existan cuentas perdedoras.